10 principios para prototipar

Las bases para construir un prototipo sin caer en los errores de siempre

Un prototipo es la tangibilización de una idea de solución en un artefacto, que nos permite testear y conversar con nuestros usuarios, en busca de feedback que nos permita mejorar nuestra propuesta.

Cuando nos enfrentamos a prototipar por primera vez el objetivo es construir algo que nos permita aprender, pero sin caer en la construcción de una versión cutre de nuestra solución. ¿Cómo hacemos esto?

En este punto del proceso de diseño nos encontramos con los 10 principios del prototipado, que nos sirven como guía para saber cómo transformar nuestra idea en algo tangible que nos permita conversar con nuestro usuario, sin caer en los errores más comunes.

Los principios del prototipado

Aquí van los principios clave para un buen prototipo:

  • Principio 1. El objetivo es aprender de nuestro usuario.
  • Principio 2. Primero define qué quieres probar.
  • Principio 3. Establece las expectativas.
  • Principio 4. Planificamos menos y prototipamos más.
  • Principio 5. Empieza con prototipos de baja fidelidad, itera y refina.
  • Principio 6. ¡Dibuja! Aprende a pensar con la mano.
  • Principio 7. Prototipamos solo lo que necesitamos.
  • Principio 8. No nos enamoramos de nuestras primeras ideas.
  • Principio 9. ¡Calma! El primer prototipo va a ser malo.
  • Principio 10. Haz un seguimiento de lo aprendido.

Cuando prototipamos, tenemos un objetivo principal claro: entender a nuestro usuario. Nuestro propósito no es más que un artefacto que nos permite generar ese diálogo con estos, para entender si nuestra solución, tal y como la estamos construyendo, encaja con sus expectativas y cubre sus necesidades.

No basta con hacer una investigación en una fase previa a la ideación para creer que tenemos todas las claves para construir nuestra solución. Ya que cuando tangibilizamos nuestra idea, vamos tomando pequeñas decisiones que afectan a cómo se utiliza nuestra solución, cuándo o dónde, entre otras, y necesitaremos probar que hemos ido tomando las decisiones correctas.

Uno de los primeros pasos para poder entender a nuestros usuarios y generar un diálogo mediante nuestro prototipo, debemos saber qué es lo que queremos probar con nuestro prototipo, qué tipo de diálogo queremos tener con nuestros usuarios y sobre qué elementos de nuestra solución en concreto queremos hablar.

Es por esto que debemos definir muy bien lo que queremos probar, porque no podemos probarlo todo de golpe.

Prototipar y testear, no es algo que hacemos una sola vez en el proceso de diseño de soluciones.

Por ello iremos probando cada una de nuestras hipótesis o creencias sobre nuestra solución con distintos prototipos. Probando primero si hay un interés en el concepto, pasando por la experiencia que vamos a entregar al usuario y después qué forma le damos a nuestra solución. No hay que tener prisa por construirlo todo de golpe y querer probarlo todo en un solo test.

Uno de los miedos más comunes a la hora de prototipar es construir algo que no es esa idea perfecta/feliz que teníamos en mente sobre la solución y caemos en eso de “todavía no está terminado”. Prototipar no trata de construir nuestra idea en una versión low-cost. Es un experimento, es algo que hacemos para aprender, no para vender. Por ello, establecemos bien las expectativas con nuestros usuarios en la fase de testeo y transmitimos que nuestro objetivo es aprender del experimento.

Cuando vamos a prototipar no debemos centrarnos tanto en la planificación de lo que vamos a construir, sino que debemos enfocarnos en construir el prototipo. Porque al construir aparecerán nuevas preguntas a las que tenemos que buscar respuestas y tendremos que tomar nuevas decisiones sobre cómo debe ser nuestra solución. En esta fase del proceso, se trata de pensar con las manos.

Prototipar se convierte en una de las mejores formas de razonar sobre la solución y seguir definiendo nuestra idea.

De la mano del tercer principio, no debemos ser perfeccionistas, pero tampoco debemos caer en hacer una versión low-cost o cutre de la idea que tenemos en mente. Esto no es prototipar. Debemos comprender que para generar ese diálogo para aprender, lo más probable es que ni siquiera en muchos de nuestros experimentos nos haga falta construir nada más allá de una historia transmitida mediante un storyboard o un customer journey map. Debemos construir prototipos de baja fidelidad primero para probar que nuestro concepto genera interés en el usuario, iterar y seguir construyendo.

En muchas ocasiones, al prototipar, queremos construir algo físico, muy desarrollado o con muchas características y no caemos en que uno de los primero prototipos que podemos construir, para una fase inicial en la que queramos probar si hay interés en el concepto, serán dibujos. Hay muchas técnicas en los que los dibujos hechos a mano se convierten en la mejor herramienta para generar una conversación con nuestro usuario, como un storyboard o un concept sketch entre otros.

Es importante que nos sintamos cómodos en un estado líquido de nuestro prototipo.

Este es uno de los errores más comunes en los que caemos al prototipar. Queremos incluirlo todo en el prototipo, y así hacer un testeo en el que se converse sobre todas las características y elementos de nuestra solución. Debemos prototipar solamente lo necesario, poniendo el foco en elementos concretos para poder tener una conversación de valor con nuestros usuarios sobre cada uno de esos elementos que constituyen nuestra solución.

Cuando se dice aquello de “el humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”, se referían a esta piedra. Es algo muy común sobretodo cuando nuestra idea se convierte en un concepto más tangible y debemos empezar a construir un prototipo.

No debemos enamorarnos de nuestra idea.

Cuando no estamos abiertos a recibir el feedback de nuestros usuarios, en este momento dejamos de aprender porque nos quedamos con nuestra versión de la historia y no queremos escuchar otras formas de verlo. Lo mejor que nos puede pasar con nuestro prototipo es que tengamos que tirarlo a la basura en el primer contacto con el usuario. Es decir, que lo usemos aprendamos de él y lo dejamos en el cajón para continuar adelante con el siguiente prototipo. ¿Por qué? Porque entonces es cuando realmente estaremos aprendiendo.

Es difícil que al primer contacto con nuestros usuarios nuestros prototipos y conceptos de solución encajen perfectamente con lo que buscan y necesitan. El primer prototipo va a ser malo, así que calma. Es por esto que poco a poco, vamos a apoyarnos en técnicas para ir construyendo nuestra solución.

Aprende más rápido fracasando antes, repetidas veces e invirtiendo pocos recursos.

Medir y realizar un seguimiento de todo lo aprendido es una acción crucial en un proceso de diseño de soluciones. Es importante que recojamos todas las alternativas que nos hayan planteado, todas las distintas percepciones sobre nuestra solución, aprendizajes e insights. Esto es importante porque nunca sabes cuando vas a tener que volver atrás, iterar y recuperar la información que en su día no se consideró. Por lo que este seguimiento podría ser útil para etapas posteriores del proceso.

Conclusiones

Estos 10 principios constituyen las bases y nos sirven de guía para construir un prototipo sin caer en los errores más comunes. Son las claves que debemos tener en mente cuando nos estemos enfrentando a esta fase del proceso de diseño. Recuerda que el prototipo no es una fase para vender ideas sino para probar ideas, esta es la máxima. Si sigues estos pasos te aseguramos que con muy poco construido sacarás un feedback brutal de lo que el cliente quiere y lo más importante el porqué.

¿Quieres conocer más sobre la fase de prototipado? Te dejamos el siguiente vídeo para que puedas profundizar.

Y para finalizar, recordarte que aquí encontrarás todas las herramientas de la fase de Construir del proceso de Design Thinking, para que pongas en práctica estos 10 principios clave del prototipado.

Publicado el 29/12/2020

Otros Blogs