Pensamiento Disruptivo

¿Cómo pensar más allá en la era digital?

Cómo generar ideas disruptivas en la era digital

Si juegas con sus reglas, siempre iras detrás.

Inmersos ya en plena maduración de la era de la información, en donde todo el conocimiento está disponible, la pregunta es: ¿cómo generar ideas que realmente sean novedosas con todo lo que existe ya?

Hay dos alternativas:

  1. Innovación evolutiva: Generar ideas aportando cierto valor.
  2. Innovación disruptiva: Romper con el camino establecido y generas nuevos senderos.
 

1. Innovación evolutiva

La primera opción es una innovación evolutiva, que consisten en cambios incrementales, introduciendo mejoras y aumentando la calidad. Problemática, no es un pensamiento diferenciador, ya que el usuario poco a poco no siente estas mejoras como algo novedoso, sino más bien como un añadido. Entramos de lleno en un “Océano Rojo”, es decir, en un mercado saturado de ofertas. Ej: Evolución de los móviles.

2. Innovación disruptiva

La segunda opción es la línea disruptiva, rompemos con lo establecido e inventamos un mercado nuevo, nosotros ponemos nuestras normas, nosotros decidimos. Generas algo totalmente diferenciador que las personas detectan rápidamente como algo novedoso, algo que nunca habían visto antes. Sorprender a la gente es lo más difícil en este mundo, para llegar a esto tienes que hacerles descubrir que puede haber otra manera de hacer las cosas. Ej: Ipad, que generó un mercado de APP, creando así un “Océano Azul”, es decir todo un mercado por explorar.

Las ideas disruptivas no son fáciles de generar y menos de implementar. Una idea disruptiva suele crear ideas peligrosas y no, no nos referimos a ideas que hagan daño a la humanidad. Nos referimos a pensamientos que se enfrentan a los paradigmas existentes, ideas que pueden hacer tambalear un Status Quo, romper lo que lleva definido durante años cuesta. Estas ideas provocan miedo o rechazo porque son totalmente nuevas y, como buenos animales que somos, eso nos asusta, pero debemos confiar en el pequeño simio curioso que llevamos dentro. Si no provocamos esta reacción, nuestra idea no es totalmente disruptiva.

En la mente del principiante hay muchas posibilidades, en la del experto, pocas (S. Suzuki)

¿Antes que fue, el huevo o gallina? Para llegar a esa idea realmente radical debemos formular la pregunta, aquella hipótesis que realmente nos hará generar un idea totalmente disruptiva, porque sin la pregunta anterior es difícil generar realmente innovación disruptiva (propuestas que generar valor) que no es lo mismo que generar ideas disruptivas, ideas de estas hay muchas, pero pocas llegan a la realidad.

La hipótesis disruptiva

La hipótesis disruptiva sirve para forzarnos a descubrir caminos y escenarios no planteados. Una herramienta muy poderosa es la pregunta ¿Qué pasaría si…? (What if).

Para usar bien esta herramienta debemos cuestionarnos los clichés de un sector y replantearlos. Ej: Los clichés de las oficinas bancarias es que hay dinero, ¿y si en esa oficina no hubiera dinero?, ¿para que serviría?

Solución: ¿y si las oficinas vendieran móviles y electrodomésticos?

¿Cómo podemos implantar estas ideas?

A la hora de poner estas ideas en el mercado, nuestra mayor baza serán nuestros clientes, solamente es a ellos a los que debemos responder, por lo que debemos observar que es realmente lo que necesitan, no hablamos de la necesidades básicas (el mono que llevamos dentro), sino lo que nos define como seres humanos, un animal complejo inmerso en un cultura cambiante. ¿Qué necesitamos ahora realmente?:

sencillez, inteligencia, observación, conexión y comunicar, son los cinco valores de las ideas disruptivas

  • Sencillez. Convertir lo inmensamente complejo en algo sencillo y útil. Estamos rodeados de estímulos, necesitamos cosas que nos solucionen la vida, incluso necesitamos aparatos involucionados, es decir, a lo mejor solo necesito dos botones, y no treinta. Ordenar el caos en una premisa sencilla es uno de los principios básico para esta era infotoxificación.
  • Inteligencia. ¿Cómo convertirías lo que aparentemente es una estupidez en algo simple? Es un ejercicio de extrema inteligencia, porque debes ver lo nadie había visto antes, y no es que estuviera escondido, estaba delante de sus ojos. Por ejemplo: Un chupachups, un caramelo con un palo, algo estúpido, pero inmensamente inteligente.
  • Observación. Para generar cosas nuevas (y útiles) debes observar, ¿Qué es realmente lo que le está pasando a tu usuario? Empatiza con él, entiende que siente ahora en este momento u como le ayudarás en el futuro, genera soluciones que realmente mejoren su vida. Crea desde la necesidad no desde la posibilidad. En este sentido, priman las metodologías de Design Thinking para analizar el cliente y obtener insights aún no descubiertos.
  • Conexión. Unir lo improbable, tender puentes entre disciplinas que nunca antes se habían visto, jugar a hibridar ideas, reinterpretar el problema con diferentes soluciones. Más que generar debemos unir. Por ejemplo: LinkMirror
  • Comunicar. Explicar de forma sencilla y clara la complejidad, que los usuarios entiendan sin explicaciones porque tu idea les va a repercutir en su vida. Ej: La tecnología Blockchain es inmensamente disruptiva, pero se debe comunicar mejor su valor al gran público para que tenga mayor aceptación.
 

Todo ello son valores de ideas disruptivas, conexiones que nadie había visto antes, ideas totalmente estúpidas hasta que alguien las observa desde otro punto de vista, la complejidad resuelta en una astuta idea sencilla.

Si quieres conocer qué tipo de clientes nos piden esa generación de ideas disruptivas a conceptos tangibles, visita nuestra parte de proyectos. Para más información contáctanos para ayudarte a desarrollar ideas disruptivas que tengan impacto en el usuario y, sobre todo, en tu negocio.

Actualizado el 01/12/2020

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