Los prototipos son una parte crucial del proceso de diseño y una práctica utilizada en casi todas las disciplinas de Innovación. Desde diseñadores industriales, arquitectos, ingenieros pasando por diseñadores de servicios, construyen prototipos para probar sus diseños y soluciones antes de invertir en su producción en masa o en un mayor desarrollo del mismo.
El objetivo de prototipar es construir un modelo tangible de las soluciones a los problemas ya definidos durante la etapa de concepto/idea. En lugar de pasar por el proceso completo de diseño basado en una supuesta solución y en una hipótesis no probada.
En muchas ocasiones, cuando nos enfrentamos a construir un prototipo de nuestra solución, no sabemos exactamente qué podemos crear, qué forma le podemos dar, incluso podemos tener demasiadas hipótesis que queremos descubrir en el testeo con este prototipo. Por eso es importante hacer una reflexión previa a la construcción para poder tomar una buena decisión sobre qué construir. Pero, ¿por dónde empezamos?
¿Qué es un prototipo?
Un prototipo es un artefacto, un ente que construimos para transformar una idea en algo tangible y que nos permite interactuar con nuestro usuario y así aprender del mismo. Los usuarios no son buenos proyectando. Es por esto que si compartimos nuestras ideas con nuestros usuarios, sin mostrar algo tangible, cada usuario conceptualizará lo que le hemos contado de una manera distinta y será difícil obtener feedback de valor.
Una idea sin ejecución no vale nada.
Un prototipo es a su vez, un experimento. Tenemos una creencia sobre una posible solución, servicio o producto, que queremos probar con el usuario mediante un experimento. Queremos medir si vamos por el camino correcto y para ello, este artefacto nos permite generar un diálogo y una visión común entre creador y usuario. Y así probar si nuestras creencias o hipótesis eran correctas.
El mayor problema al que nos enfrentamos cuando prototipamos es que podemos caer en construir la versión cutre de nuestra solución. ¡ERROR! Hacer una versión cutre de nuestro producto no tendrá sentido ni para nosotros, ni para nuestro usuario a la hora de generar un diálogo de valor. Se trata de construir algo que me permita aprender del usuario y del mercado, y esto no es hacer la versión cutre o low cost de nuestra solución.
¿Por qué prototipar?
Prototipar y testear, no es algo que hacemos una sola vez en el proceso de diseño de soluciones, sino que lo común es construir varios prototipos dependiendo del momento del proyecto en el que estemos e ir generando esos diálogos con nuestros usuarios. A lo largo del proceso de diseño y desarrollo de una solución vamos a tener distintas hipótesis y antes de poner todos nuestros esfuerzos en construir algo que finalmente nadie quiera, debemos probar justo eso, que estábamos yendo por el camino correcto. Evitando generar un desperdicio de energía, tiempo y dinero, en implementar soluciones débiles o inapropiadas.
El mayor desperdicio que podemos tener es crear productos que nadie quiere. – Ash Maurya
Cuando nos enfrentamos a construir un prototipo las primeras preguntas que nos debemos hacer a nosotros mismos serán estas dos:
¿Cuál es mi hipótesis?
¿Qué es lo que quiero aprender en este experimento?
Una vez tengamos respuesta para estas dos preguntas deberemos pensar qué tipo de prototipo debemos construir para conseguir nuestros objetivos de aprendizaje.
Existen distintos tipos de prototipos según su objetivo. Porque dependiendo de qué queremos probar y qué diálogo queremos tener con nuestro usuario, deberemos crear una tipología u otra de artefacto o prototipo.
Tipos de prototipos
Prototipos para pensar: Este tipo de prototipo nos ayuda cuando nuestra idea de solución es muy abstracta. Al construir algo más tangible nos ayuda a pensar. Y de esta manera se convierte en una de las mejores formas de razonar sobre la solución y seguir definiendo nuestra idea. Este prototipo es una primera aproximación a lo que será nuestro producto final. Debemos tratar de acercarnos lo máximo posible a nuestra idea y a cómo comprender su morfología y lo que implica su desarrollo. En este caso podemos recurrir a distintas herramientas de prototipado, como una maqueta en cartón o la impresión 3D.
Prototipos para empatizar: Los prototipos para empatizar tienen como objetivo entender a nuestros usuarios o clientes sin probar una solución concreta. Para utilizar este prototipo necesitamos estar en primera persona con usuarios, con los cuales queremos tratar ciertas cuestiones relevantes para la solución que estamos tratando de desarrollar y conocer cómo las perciben. Para construir este tipo de prototipos podemos también utilizar distintas técnicas, como un Customer Journey Map o un Service Blueprint para testear la experiencia de usuario.
Prototipos para mostrar: Los prototipos para mostrar nos ayudan a visualizar la idea de una manera clara y directa, de manera que no deje lugar a interrogantes y que se explique por sí mismo. Es importante desarrollarlo de la manera más concisa posible para que nuestro usuario entienda perfectamente qué tenemos en mente. No hay una única forma de construir este tipo de prototipo, sino que debemos pensar cuál es el mejor método para hacerlo, ya sea mediante un role play, con un storyboard mediante dibujos o mediante un conjunto de wireframes.
Conclusiones
Una vez que tengamos claro qué tipología de prototipo vamos a construir y qué queremos probar con nuestro experimento, tendremos que elegir la técnica que mejor se ajuste a nuestros objetivos de aprendizaje. Para ello tenemos más de 10 herramientas distintas en la fase Construir.
Desde Thinkers Co. una de nuestra máximas es no quedarnos en el post it, sino construir para aprender y poner a nuestro cliente como participante activo en la gestación de cualquier solución. Recuerda: la forma más barata de aprender es construir tu idea para poder hablar con tu usuario sobre lo que tienes en mente; cuánto más tangible y “tocable” hagas eso que tienes en la cabeza, mejor feedback tendrás de la persona que tienes delante.
Design Thinking para mejorar la adherencia en los pacientes Cuando...
Design Thinking
Es un método para generar ideas innovadoras que centra su eficacia en entender y dar solución a las necesidades reales de los usuarios. Proviene de la forma en la que trabajan los diseñadores de producto. De ahí su nombre, que en español se traduce de forma literal como “Pensamiento de Diseño”, aunque nosotros preferimos hacerlo como “La forma en la que piensan los diseñadore”. Se trata, en definitiva, de un cambio de perspectiva con el que se pasa de diseñar PARA las personas a diseñar CON las personas.
Lean Startup
Es un método de trabajo que tiene como objetivo aumentar las probabilidades de éxito cuando un proyecto sale del papel y comienza a ser realizado, eliminando todo lo inútil e inadecuado. La idea es ir adaptando el producto a lo que el mercado demanda y no a nuestra propia visión, siendo lo más acertado a la hora de lanzar algo nuevo. Para ello, hay que poner el foco en las necesidades del cliente, contando con su retroalimentación para ir modificando el producto hasta desarrollar la versión final.
Agile UX
Es un conjunto de metodologías para desarrollar proyectos que requieren rapidez y flexibilidad para adaptarse a las condiciones cambiantes del sector o mercado, apalancando esos cambios para brindar una ventaja competitiva, La principal característica de los principios y valores que subyacen a las metodologías ágiles es poder realizar entregas rápidas y continuas. En otras palabras, el proyecto se “corta” en pequeños trozos que deben completarse y entregarse en unas pocas semanas. De esta manera, si se necesita un cambio, se realiza solo en la parte involucrada y en un corto período de tiempo.
Share this ArticleLike this article? Email it to a friend!
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible.
La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudarnos a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Las cookies estrictamente necesarias tiene que activarse siempre para que podamos guardar tus preferencias de ajustes de cookies.
Básicamente el blog no funcionará bien si no están activas.
Estas cookies son:
- Comprobación de inicio de sesión.
- Cookies de seguridad imprescindibles.
- Saber si ya has aprobado/rechazado las cookies.
Si desactivas estas cookies no podremos guardar tus preferencias. Esto significa que cada vez que visites esta web tendrás que activar o desactivar las cookies de nuevo.
Cookies de terceros
Esta web utiliza Google Analytics para recopilar información anónima tal como el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares.
Dejar esta cookie activa nos permite mejorar nuestra web.
¡Por favor, activa primero las cookies estrictamente necesarias para que podamos guardar tus preferencias!